Jinetes

Montando a pelo siniestros corceles
los cuatro jinetes cabalgan de nuevo
el suelo convierten por donde transitan
en pura ruina, en duro desierto
es tanto el dolor y el tormento que causan
que hacen de Atila un niño de pecho
el primer jinete “Señor de la Espada”
se ríe y enseña sus dientes de acero
mientras siembra el terror a su paso
se expande –macabro- por campos y pueblos
su manto maldito de miseria y caos
hecho con millones de inocentes muertos
el “Señor del Hambre” cabalga a su lado
arrasa ganados, graneros y huertos
los dos codo a codo con “el de la Peste”
que siega la vida sin más miramientos
de niños y hombres, mujeres y ancianos
corta de raíz ilusión y anhelos
en la retaguardia el más despiadado
de los caballeros “Señor de la Muerte”
montado en jamelgo escuálido y viejo
remata la obra del brutal terceto
los cuatro jinetes de repente han vuelto
y los inocentes pagarán de nuevo
la infame factura de su propia sangre
de sus propios muertos
pobres inocentes siempre pisoteados
por los cascos negros, por los negros cascos
de cuatro caballos con sus caballeros
que van vulnerando todos los derechos
divinos y humanos que encuentran al paso
y yo me pregunto
¿Sería posible juntar nuestras fuerzas
y echar para siempre de nuestro planeta
a esos caballos con sus caballeros?
Si no lo probamos, nunca lo sabremos

Anciana

En un banco de cemento
frío y duro de la plaza
que dicen son de diseño
y a mi no me gustan nada
con el rostro entre sus manos
menudas y bien cuidadas
llorando estaba una anciana
no era un llanto de diseño
cual los bancos de la plaza
al mirarla se veía
que le salía del alma
aislada por completo
de cuanto la rodeaba
con diminuto pañuelo
las lágrimas enjugaba
me pregunte cual sería
de tanto dolor la causa
lloraría por un hijo
su marido no la amaba
una grave enfermedad
a ella misma aquejaba
por el motivo que sea
lo cierto es que allí estaba
en completa soledad
en un banco de la plaza
con un aire de tristeza
inmensa en su mirada
muchos la vimos llorar
pero no hicimos nada
por paliar el dolor
que en su interior anidaba
y nadie se le acercó
para tratar de ayudarla
la vida en la ciudad
a veces es inhumana
mucho banco de diseño
mucho jardín, mucha plaza
pero una pobre anciana
en un banco de cemento
lloraba desconsolada.

La cinta

Recuerdas
aquella cinta
bella seda
carmesí
que sujetaba
tu pelo
aquella tarde
de abril
pues la conservo
en recuerdo
de aquel beso
que te di
beso tan apasionado
tan dulce
tan delicado
jamás había soñado
ni que pudiera existir
es ya un tiempo
muy lejano
aquel día
tan feliz
en la niebla del olvido
te perdiste para mí,
solo la cinta
de seda
me recuerda
que viví
por un instante
en la gloria
aquella tarde
de abril.

Flor

Una quieta tarde
de este mes de Abril
una flor galana
robé en tu jardín
era poca cosa
tan solo una rosa
de pitiminí
delicada y rosa
diminuta joya
que en mi ojal prendí
aspirar su aroma
y pensar en ti
convirtió una tarde
tediosa de Abril
en tarde gloriosa
de dicha sin fin
hasta ese momento
yo jamás creí
que tan poca cosa
como es una rosa
de pitiminí
fuera la causante
del amor tan grande
que siento por ti.

Sed de amor

Estoy sediento de ti
preciso del agua viva
que brota en tu manantial
néctar divino, ambrosía
muero de ansia por beberla
lentamente hasta saciarme
saborearla, absorberla
y con su aroma extasiarme
estoy sediento de ti
dame tu agua de amor
que es el ardiente licor
con que quiero emborracharme
y aplacar así la sed
que mi ser entero invade
pura delicia de sed
que no quiero que se acabe
pues ya sabes que mi sed
es solo la sed de amarte.

Risa fresca

Me encanta
la risa fresca
que derramas
sin medida
por tu boca
de coral.
Me gusta
tu rubio pelo
tan rizado
y natural.
Adoro,
tu naricilla,
tus pestañas,
el mirar.
Todo tu ser
me enamora
eres un sueño real
más sobre todo
prefiero
te lo afirmo
sin dudar
tus labios
de terciopelo
que me abrasan
con su fuego
cuando los puedo besar.

Querer

Si, a mis años, estoy enamorado,
un amigo me pide en confidencia
le contesto que no, que esa dolencia
hace tiempo que ya la he superado,
y mi amor, en querer se ha transformado
asegura no ver la diferencia
pues amar y querer son en esencia,
duplicada expresión de un mismo estado.
Le replico al instante que no es cierto,
querer es algo real y controlado
en él, no tiene espacio el egoísmo.
Amar, en mi opinión, es desconcierto,
ni el sentido común tienes centrado.
Al querer, se hace ofrenda de uno mismo
Esto es lo que opino:
está en dar, sin pedir, lo verdadero
a cambio de querer, yo nada espero.